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PAPER "Empresas de Diseño"


Diseño puede ser considerado, según diccionarios calificados, como un proceso técnico y creativo encaminado a idear objetos de uso o estéticos, para ser producidos en serie. Significa también la forma de algo, de un objeto. Las líneas y trazos que determinan la forma de un objeto o edificio, o bien el simple hecho de explicar algo que se ha planeado mediante esquemas gráficos.
Diseño se define también como el proceso previo de configuración mental "pre-figuración" en la búsqueda de una solución en cualquier campo.
La raíz etimológica de la palabra diseño proviene del concepto “disegno” acuñado en la edad media, en 1563 con la fundación de la “Academia del Disegno”, en Florencia Italia, por el multifacético creativo italiano Giorgio Vassari, concepto que proviene de otras palabras como “designio” o “signare” que hablan de algo que está por venir.
Empresa se define como entidad integrada por el capital y el trabajo, como factores de la producción, y dedicada a actividades industriales, mercantiles o de prestación de servicios con fines lucrativos.

Según una definición encontrada en un portal de emprendedores de España, empresa seria:
Un sistema que interacciona con su entorno materializando una idea, de forma planificada, dando satisfacción a unas demandas y deseos de clientes, a través de una actividad económica.
Requiere de una razón de ser, una misión, una estrategia, unos objetivos, unas tácticas y unas políticas de actuación.
Se necesita de una visión previa y de una formulación y desarrollo estratégico de la empresa.
Se debe partir de una buena definición de la misión.
La planificación posterior está condicionada por dicha definición.

La relación entre estos dos conceptos actualmente es muy estrecha. El diseño es la herramienta fundamental para que la empresa, de cualquier rubro tenga una imagen que la pueda poner a la altura de otras empresas más avanzadas, la herramienta para despertar el interés de inversionistas externos, la ventaja comparativa en cuanto a competir con el precio, pensando que la competencia globalizada que hoy existe en nuestra aldea global favorece a algunas empresas, ya que el costo de oportunidad de la mano de obra, de las materias primas y de otros factores productivos, varía entre sistemas económicos fundamentalmente diversos.

En el marco de la jornada “El interiorista y la empresa en el momento actual” desarrollada el 23 de Diciembre de 2008, en la Cámara de Comercio de Valencia, España, hubo exposiciones que tienen mucho que ver en el tema de la compenetración y la sinergia que se genera entre estos conceptos diádicos, Diseño-Empresa, donde resaltan las opiniones de entendidos en la materia, como lo es el director de la Escuela de Arte y superior de Diseño de Valencia, Xavier Giner quien afirma que “las épocas de crisis son épocas de bonanza para el diseño”, ya que hay que salir a competir “por calidad e innovación”. Lo que esencialmente quiere decir que en momentos complicados para la economía mundial se debe apostar por el diseño como elemento diferenciador, esto planteado para la realidad de Valencia, pero es un razonamiento aplicable a cualquier lugar del planeta donde existan diseñadores y empresas.
Esta idea se ve reforzada por el director del VICCARBE, Daniel Benedito quien explica que a través del diseño su empresa fue destacada con el premio Príncipe de Asturias, y deja ver que en aquella empresa del rubro mobiliario, todos los departamentos internos giran en torno del diseño y que junto con eso, es clave para el éxito la internacionalización de la empresa.
Por último, en la ceremonia de clausura, el Director territorial de Cultura, José Alfredo Pellicer recomienda a las empresas asistentes a “ver con otros ojos lo que hace el diseño” e invita a mas dialogo entre empresas que desarrollan proyectos de diseño y entre empresas que materializan estos proyectos, ya que ese feedback es el que orienta sobre las tendencias que se estén imponiendo en un determinado momento.

Llevando a un ámbito más local este análisis sobre empresas de diseño podemos ver que poco a poco la disciplina del diseño toma mayor atención en la producción de elementos y en la canalización de información que ayude a vender mejor los productos o servicios, es por esto que existe una subdivisión de ámbitos en los cuales el diseño tiene jurisdicción, llámese Diseño Web, Diseño Corporativo, Diseño de Marca, Diseño Editorial, Diseño Multimedia, Diseño Industrial o de Objetos, Diseño de Productos, etc. Así la especialización juega importante papel en el propio diseñador, que se inclina siempre más por una que por otra rama de la profesión.

Las empresas de hoy, cualquiera sea su rubro, llegado un momento deben vestirse de etiqueta, deben limpiar su cara, hacer notar su misión, su visión y es acá donde se produce la intersección más sutil entre empresa y diseño, el contacto directo entre estos dos conceptos que generan una
entidad participante activa de la sociedad, generan una imagen desde el gerente hasta el último junior de la empresa, los colores de ésta empresa están socialmente reconocidos y el pueblo se hace una opinión que parte de un código cromático o formal reforzado con el proceder ético y moral de la empresa. Afirmando esto cualquier empresa, de cualquier rubro es una empresa de diseño.

Se podrían enumerar en un listado mil empresas dedicadas a cada rama del diseño, explicar cómo funcionan. Generalmente en agencia de diseño & publicidad se trabaja como un grupo donde cada uno de los integrantes tiene una función específica que está ligada fuertemente con la función del colega de al lado, El publicista, experto en marketing y en brain storming extrae conceptos básicos que son la estructura ósea para que el diseñador añada información, previamente preparada por un redactor publicitario, dando cuerpo al proyecto, componiendo en el soporte todos los órganos que harán vivir aquel diseño, que posteriormente será supervisado por un director de arte, quien maquillará y peinará el producto para finalmente salir a comunicar. Esa es la estructura piramidal de cómo se trabaja en agencia.

La reputación de cada agencia o estudio de diseño, se la otorgan los propios diseñadores que desde allí proyectan sus ideas, por lo tanto, como fondo de todo esto siempre se encuentran nombres propios que hacen vivir la disciplina creativa por excelencia, la capacidad de resolver las interrogantes de cómo los productos, los lugares, los afiches y cualquier soporte imaginable habla por sí mismo pertenecen directamente al profesional preparado en la exacta medida entre talento, don y formación académica.

Las empresas de diseño las conforman las mentes vigorosas de los diseñadores y no hay más.

Este paper fue confeccionado por Juan Felipe Valdés Castillo, estudiante de séptimo nivel de Diseño Gráfico en la Universidad del Mar, sede Talca, Chile, mediante información recogida y compilada desde los siguientes sitios:

http://www.madrimasd.org/Emprendedores/servicios_emprendedores/guia_autoevaluacion/etapa1/concepto.aspx
http://www.wordreference.com/es/en/frames.asp?es=empresa
http://es.wikipedia.org/wiki/Dise%C3%B1o
http://unmundobinario.com/
http://laguiachile.cl/diseno/empresas-guia.html
ENSAYO

“EL DISEÑADOR ACTUAL”

A grandes rasgos se puede describir al diseñador.
Diseñador es aquel personaje observador, previsor de necesidades, vendedor, sensible, talentoso, intuitivo, analítico, vulnerable, y casi todos los adjetivos imaginables de nuestra lengua. Claro, es así porque la especie “Diseñador” tiene algo de cada cosa, de cada carácter posible, es tanto lo conectado que se encuentra al sistema y está tan arrastrado a pertenecer a éste que diseñar se ha ido convirtiendo en un acto reflejo, que ayuda a aprovechar mejor el tiempo de trabajo, pero que resta tiempo de estudio profundo del tema, la superficialidad de la solución superó el encanto de comprender la función que el diseño debe cumplir.
Así es la respuesta del diseñador a un estimulo provocado por el ritmo actual acelerado, se le obliga a ocupar el apetito de recibir información constantemente, a dar chispazos de creatividad con falta de proceso y a destinar gran parte de la vida a la labor.
Sin embargo el diseñador actual sigue soñando formas y colores diferentes, nuevas ideas, más conceptos. Nunca perdió la esencia de los dones, de la mirada privilegiada, por lo tanto es su deber volver a proponer algo diferente cada vez que se pueda, no seguir siempre los esquemas que están impuestos. Se ve tanto de lo mismo, por la calle, muchos diseños casi iguales… pensar que detrás de ese conjunto de letras, colores, ideas… hay un “creativo”, que a veces no es diseñador, solo un aficionado a algún software de diseño que perjudica la imagen del profesional del diseño con la comunidad, relación que hoy en día particularmente se observa distanciada. El común del mundo no sabe en realidad que significa ser diseñador, eso pasa por que sencillamente no saben que es el diseño.
El diseñador actual tiene un desafío importante, educar al público objetivo, demostrar que el diseño es una inversión que genera ingreso, convencer a los empresarios que es una oportunidad de mostrar lo mejor de los productos o servicios que ofrecen. No es menor ésta responsabilidad que se asume por parte de los diseñadores, quienes deben olvidar sus fragilidades, sus faltas de carácter, la inseguridad ante los clientes es el peor escoyo a superar, generalmente el contratante invade al diseñador con sus propias ideas mayormente erróneas, lo convoca a la confusión, lo abruma. La mejor respuesta para la interrogante del diseño solo la puede otorgar alguien profesionalmente preparado para esa específica función, no puede un cliente ensañarle al diseñador sobre diseño, siempre ha de ser a la inversa.
Es por estas situaciones que la plusvalía del diseñador ha ido en merma desde que estos sucesos se han ido produciendo, se debe realzar los valores profesionales de este creativo, reivindicar la profesión ante la comunidad mediante resultados, no va a servir solamente explicar la teoría si los beneficios no son reconocidos por los clientes.